
Pero no era la modelo.
Pasamos a dibujar lo mismo con la mano izquierda. Terminé con un dibujo borroso, que no reflejaba contornos, sino las energías del cuerpo de la modelo. Esta sí era la modelo. Las líneas que delineaban su cadera y sus muslos no eran curvas perfectas - eran líneas toscas que tomaban energía.
Me dí cuenta entonces de que mi mano derecha todo el tiempo me había dicho: yo sé cómo es un cuerpo, y no necesito ver a la modelo, yo soy la mano derecha, y me usás hasta para comer. Mi mano izquierda, por el otro lado, me había dicho: yo jamás he hecho esto, yo no sé cómo hacer estas líneas - y entonces, me concentré más en ver lo que estaba dibujando que pensar en la calidad de mis líneas. Y el resultado fue excelente.
Entonces, pregunto: Si doy por sentado que entiendo perfectamente algo tan complicado como la figura humana, ¿de qué tanto me estoy perdiendo? Mi mano izquierda trabajó con energías, con presiones, y no con líneas orgánicas que definían una silueta. ¿Qué otras cosas estoy dando por sentadas que ya comprendo, cuando simplemente no he tratado de verlas de una manera diferente? ¿De qué tantas cosas me estoy perdiendo? Es muy interesante pensar esto, y a partir de ahora, creo que voy a intentar encontrar esas cosas, y verlas diferente.
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