Valer la pena

Con el año nuevo, vienen muchas resoluciones nuevas que no siempre llegan a cumplirse: comienzo la dieta el lunes, el otro ciclo sí voy a estudiar, el próximo novio que tenga no me va a tratar así, etc. La mayoría de nosotros/as nos movemos de un lado para otro todo el día y pensamos en millones de cosas que hay que hacer, redactar, resumir, entregar, borrar, comprar, vender, comer, y no-comer. Entonces, entre tanto hacer, redactar, resumir, entregar, borrar, comprar, vender, comer, y no-comer, queda muy poco tiempo para cumplir con las cosas que esperábamos. Esto, de alguna manera u otra, nos pone en una posición en la que nos damos a entender que no valemos la pena.
No se trata de mandarlo todo a la basura y comenzar de nuevo (aunque, es una opción), sino de balancear tus horarios para encontrar ese punto y ese lugar donde te das cuenta de que cuidarte es importante, y que valés la pena.

1. Dormir: Dormir es casi imposible para muchas personas, por razones de tiempo y tiempo. Pero querrás o no, un horario de sueño saludable es clave para mantener tu metabolismo en buen estado y tu salud mental óptima. Si no lográs dormir al menos seis horas al día (lo recomendado es 8), podés dormir una siesta de veinte minutos cada cuatro horas. Todo el día. Suena difícil, pero funciona en tiempos donde ya casi ves los finales venir, o cuando te tocan los horarios más raros en la faz del planeta.

2. Comer saludable: Beber agua y jugos naturales en lugar de sodas. Reemplazar las boquitas Diana con palitos de apio y zanahoria con hummus. Es mil veces más dificil de lo que suena, pero es necesario. Eliminá a la Pizza Hut de tu marcado rápido, y decile al gerente de McDonald's que su relación seria de dos años va a tener que pasar a términos casuales de una vez en cuando (si es muy difícil terminar, claro está).

3. Meditar: Cuidá tu balance espiritual-emocional, como mejor te parezca. Algo que vaya más allá de ir a la iglesia una vez por semana: hacer algo que se sienta bien por dentro, y te de paz.

4. Ejercicio: Dicen que diez minutos al día hacen una gran diferencia. Intentá veinte, entonces. Moverte siempre le da a tu cuerpo más energía y libera felicidad de tu cerebro. Sudar también te hace sentir bien, y la mayoría de las veces trae resultados positivos.